El Cine Contemporáneo
En las décadas de los años
setenta y ochenta el cine atravesaba una fase de decadencia y posterior
reconversión. Con la llegada de la televisión en color y producciones de alta
calidad, la industria comienza a perder fuelle y mercado, y se ha quedado atrás
con respecto a la evolución del público – de perfil ahora joven de clase
media-alta – y los medios de propagación, cerrándose gran cantidad de salas.
Así, comienza la hegemonía del cine norteamericano,
quienes resisten y se imponen en las horas bajas. Aparecen nuevos nombres de
interés como Francis Ford Coppola, Woody Allen o Steven Spielberg, entre otros,
que pasarán a ser considerados algunos de los grandes cineastas del cine
contemporáneo. Además, Estados Unidos se convertirá en una especie de meca
cinematográfica, lugar al que emigrarán futuros directores de importancia
internacional, como los europeos Kubrick o Wenders.
El Cine Español
La historia de España es
intrínseca e indivisible al estallido de la Guerra Civil y la dictadura
franquista, rasgo que se extrapola al cine producido en el territorio. Durante
los primeros cuarenta años de historia del cine la aportación española es muy
escasa, destacan figuras como Segundo de Chomón o Luis Buñuel con Un Perro
Andaluz o La Edad De Oro.
A partir de 1939 por culpa del
franquismo existe una fuerte censura o el doblaje obligatorio de películas
extranjeras y la concesión de ayudas discriminadoras figuras como Sáenz de
Heredia, Rafael Gil o Edgar Neville.
En los años 50 desaparece el género histórico
y le sustituye el cine de cuplés con actrices como Lola Flores y el cine con
niño (Joselito, Marisol…).
En 1955 tienen lugar las
Conversaciones de Salamanca donde se califica al cine español de estéticamente
nulo e industrialmente raquítico, se abre una nueva forma de entender el cine ,
se lucha contra la censura con nombres como Luis García Berlanga – Bienvenido
Mr Marshall- , Juan Antonio Bardem o Marco Ferreri.
Los años 60 permite la aparición
de nuevos cineastas influidos por las nuevas olas como Carlos Saura o Basilio
Martin Patino se destaca la comedia desarrollista/españolada.
Los años finales del franquismo
se caracterizan por la crisis de la industria cinematográfica y se dan dos
formas de entender el cine: el subproducto comercial y el cine de autor con
actores como Manuel Gutiérrez Aragón, Pedro Olea o Víctor Erice.
Con la transición democrática y
la llegada de libertades, se oprime la censura el cine se sumido en una batalla
contra la televisión y en su progresiva dependencia de la industria americana
de esta etapas son actores como José Luis Borau, Pilar Miró o Jaime Chávarri.
En los años 80 se potenciaron las
adaptaciones literarias aunque se sigue en una crisis actores como Vicente
Aranda o Fernando Trueba consiguen llenar salas.
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